Otra nueva doctora. En este caso, una patóloga de pelo cortito, castaño y con las puntas hacia fuera por uno de los lados. La peculiaridad es que en esta ocasión ha sido realizada para colgar pulseras.
En una de sus manos, cómo veis, una prueba de cristal para analizar.
Lleva un colgante y en un bolsillo, unos bolígrafos de colores.
Y cómo no, su arma de trabajo, su inseparable microscopio. Creo que quedó bastante conseguido después de todo, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario